El Programa Esperanza existe para amar y cuidar a adolescentes institucionalizados en riesgo o abandono, para quienes la reintegración familiar no es una alternativa, mediante el cumplimiento de sus necesidades espirituales, físicas, educativas, emocionales y sociales para que puedan superar sus circunstancias de vida, crecer sanos, auto sostenibles, dependientes de Cristo e interdependientes con su comunidad.